4
auto-consciente verdadero. La bhakti o devoción verdadera es por lo tanto el amor perfectamente
no-dual que cada uno de nosotros debe tener por el propio sí mismo o ser esencial real. Como Sri
Bhagavan dice en el verso 9 de Upadesa Undiyar y el verso 15 de Upadesa Tanippakkal:
«Por la fuerza de [tal ananya] bhava [la actitud o convicción de que Dios no es distinto de
nosotros mismos], solo ser [morar o permanecer] en sat-bhava [el estado de ser natural],
que trasciende [toda] bhavana [imaginación, pensamiento o meditación], es para-bhakti
tattva [el estado verdadero de devoción suprema].
Puesto que Dios existe como atma [el propio sí mismo real o ser esencial], atma-
anusandhana [auto-contemplación o auto-atención] es parama-isa-bhakti [devoción
suprema a Dios]».
Puesto que Dios es el propio sí mismo real, ¿por qué Le alaba y Le adora Sri Bhagavan en
muchos de estos versos de Sri Arunachala Stuti Panchakam como si Él estuviera separado de él? La
verdad es que mucho antes de que él compusiera estos himnos, Sri Bhagavan había perdido su sí
mismo individual y con ello se había sumergido y devenido uno con la realidad absoluta que
nosotros llamamos «Dios». Como Dios o gurú él compuso estos himnos para enseñarnos con el
ejemplo cómo debemos depender enteramente del poder supremo que llamamos la «gracia» de
Dios o el gurú.
¿Por qué nos enseñó él a depender de Dios o el gurú como si estuviera separado de nosotros
mismos? Cuando surgimos como un sí mismo individual finito al imaginarnos ser un cuerpo físico,
con ello nos separamos aparentemente de la única realidad infinita, que es el propio sí mismo
verdadero. La naturaleza del sí mismo real es amor infinito, debido a que en realidad somos la
plenitud de felicidad perfecta, y, por consiguiente, nos amamos a nosotros mismos naturalmente.
Por lo tanto, cuando nos separamos aparentemente del propio sí mismo real al imaginarnos ser un
individuo finito, nos separamos en efecto del poder infinito del propio auto-amor verdadero.
Debido a que nos hemos separado así aparentemente del propio poder de auto-amor infinito,
nos sentimos ser un individuo que solo tiene un poder limitado, y experimentamos el auto-amor
verdadero en una forma distorsionada como el deseo por los muchos objetos y experiencias que
imaginamos que nos harán felices. Como un sí mismo individual o mente finito, sentimos que el
propio poder es muy limitado, y, por consiguiente, sentimos que la omnipotencia suprema de Dios
es distinta de nosotros mismos.
Dios viene a la existencia como un ser separado cuando nos limitamos imaginariamente como
un individuo finito. Debido a que aparentemente nos hemos separado de la realidad no-dual
infinita, que es el propio sí mismo verdadero o ser esencial, esa realidad se manifiesta como Dios,
el poder supremo de amor infinito que controla este universo entero. Cuando permanecemos
como el sí mismo real no-dual, no existe nada distinto de nosotros mismos. Pero cuando surgimos
www.bibliotecaespiritual.com