
SRI NISARGADATTA MAHARAJ — YO SOY ESO
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Prefacio
Que debía haber todavía otra edición de YO SOY ESO no es una sorpresa, pues
la sublimidad de las palabras habladas por Sri Nisargadatta Maharaj, su franqueza y
la lucidez con la que se refiere a lo Más Alto ya han hecho de este libro una literatura
de suprema importancia. De hecho, muchos lo consideran como el único libro de
enseñanza espiritual realmente digno de ser estudiado.
Hay varias religiones y sistemas de filosofía que pretenden dotar de significado a
la vida humana. Pero sufren de algunas limitaciones inherentes. Expresan en palabras
finas sus creencias e ideologías tradicionales, teológicas o filosóficas. Sin embargo,
más pronto o más tarde, los creyentes descubren el limitado alcance del significado y
de la aplicabilidad de esas palabras. Acaban desilusionados y tienden a abandonar los
sistemas, de la misma manera en que se abandonan las teorías científicas, cuando son
cuestionadas por demasiados datos empíricos contradictorios.
Cuando un sistema de interpretación espiritual llega a ser poco convincente y no
es capaz de ser justificado racionalmente, muchas gentes se permiten ser convertidos
a algún otro sistema. Al poco tiempo, no obstante, encuentran también limitaciones y
contradicciones en el otro sistema. En esta búsqueda infructuosa de aceptación y re-
chazo, lo que les queda es solo el escepticismo y el agnosticismo, lo que les conduce
a una manera de vivir insensata, inmersos en las ventajas groseras de la vida consu-
miendo solo bienes materiales. A veces, no obstante, aunque raramente, el escepti-
cismo da lugar a una intuición de una realidad básica, más fundamental que la de las
palabras, las religiones o los sistemas filosóficos. Extrañamente, ello es un aspecto
positivo del escepticismo. Fue en un tal estado de escepticismo, pero teniendo tam-
bién una intuición de la realidad básica, cuando aconteció que leí YO SOY ESO de
Sri Nisargadatta Maharaj. Fui tocado inmediatamente por la finalidad y la inexpug-
nable certeza de sus palabras. Limitado por su naturaleza misma, puesto que son pa-
labras, encontré, por así decir, que las declaraciones de Maharaj, eran ventanas trans-
parentes y pulidas.